Hace unas semanas Nicolas Postiglione estrenó su primera película, Inmersión, en el Festival Internacional de Guadalajara, donde se adjudicó tres premios: Mejor ópera prima, Mejor director y Mejor fotografía. Hoy se estrena internacionalmente en el último festival clase A del año, Tallinn Black Nights, para después seguir en el Festival de Torino, Italia.
Producida por Juntos Films, Araucaria Cine y Primate Lab y co-producida por la compañía mexicana Whisky, el thriller del autor, protagonizado por Alfredo Castro fue grabado casi en su totalidad encima del agua (80% de las escenas) en el Lago Lanalhue, al sur de Chile. Una propuesta original, llena de tensión y riqueza visual que reflexiona sobre temas profundos: prejuicios de clase, violencia familiar y conflictos generacionales.
Disfruta esta exclusiva entrevista:
¿Cómo fue la experiencia de estrenar en Guadalajara y cómo crees que la película ha dialogado con las audiencias?
Estrenar en Guadalajara fue una experiencia realmente asombrosa. La recepción del público nos reveló que la película causa un efecto muy especial, de alto compromiso emocional, y nos llenó de alegría saber que nuestro mensaje y tema fueron fielmente comunicados a través de la película. Las audiencias latinas, sobre todo, se sienten muy cercanas a los conceptos que tratamos, y siendo Chile un país hermano, la distancia cultural es poca y se transmite fácilmente la emoción.
Nicolás afirma que dirigir a Alfredo Castro en su primera película era trabajar con uno de los grandes de Chile “Pero todo el pánico que eso podía significar se ablandó rápidamente al conocerlo”.
¿De qué manera llegaste a Alfredo para el papel de Ricardo?
Para llegar a Alfredo, se utilizó nada más que el guión. Uno de nuestros productores lo conocía lo suficiente como para hacérselo llegar, pero fue realmente el material escrito lo que lo atrajo al proyecto, al menos así lo recuerdo.
Alfredo es un tipo muy sencillo, generoso, terrenal. Abrió a nuestro equipo su talento y su experticia, y desde las primeras tomas que hicimos, entendí que era cosa de dejarlo volar y simplemente dirigir detalles que me parecían importantes. Él ofrecía tanto frente a la cámara que me inspiraba en cada toma, y así se fue dando fácilmente.
¿Cómo fue la experiencia de filmar el 80% en el agua? ¿Y cómo tejiste la relación de este entorno natural con la trama y por qué el Lago Lanalhue?
Ese 80% realmente parece el 180% de la película, por lo difícil que fue. Hicimos algo que no fue dimensionado nunca de la manera correcta.
No teníamos expertos en náutica, ni tampoco una flota importante de botes. Éramos una filmación guerrilla sobre el agua, y claro, tuvimos un millón de problemas cada día. Desde condiciones climáticas adversas, distancias imposibles, mala comunicación entre el equipo (debido al agua). Cada día pasaba algo nuevo que a nadie nunca le había pasado antes. Pero la película no lo siente, y el agua del lago le da una riqueza visual y de entorno que es invaluable. Lanalhue se eligió como locación porque hay poco tránsito de botes y pocas casas, además de ser un lago más “pantanoso”, lo que hace que la película sea un poco más tenebrosa.
¿Por qué elegiste el género del thriller para relatar una historia que, en el fondo, trata sobre el miedo al otro, los prejuicios de clase y las tensiones familiares?
Creo que el cine que más me gusta es el que combina la entretención con un contenido importante, que genera preguntas. Inmersión intenta justamente hacer eso, entretener y crear reflexión.
Para mi el cine chileno tiene una cierta deuda con el público real, no con la prensa, no con los festivales, sino con la gente que va al cine. Creo que no es culpa de los cineastas que esto pase, porque talento existe, pero es evidente que el público necesita un poco más de estímulos y herramientas narrativas que los atraigan al cine chileno. Y no creo que se tenga que usar un lenguaje específico para comunicar una idea. El thriller tiene por la naturaleza de su género mucho estímulo, tensión, peligro, suspenso, impacto, violencia, y me queda cercano trabajar con eso, además de ser el tipo de películas que más me gustan.
Tras el estreno internacional de la película en Tallinn, en el Black Nights Film Festival Inmersión viajará a Italia, al festival de Torino.
“Lo que espero es que esas experiencias me abran algunas puertas para especializar mi carrera un poco más en el cine” comenta Postiaglonie.
¿Qué se viene para ti como director luego de los festivales?
En el día a día hago publicidad, pero naturalmente el cine es un trabajo mucho más estimulante, y espero que Inmersión logre empujarme a desarrollar más esa parte de mi carrera. Por lo pronto tengo mi segunda película ya financiada y programada para filmarse durante el invierno del 2022, junto a mis queridas Oro Films, Dominga Ortuzar y Florencia Rodriguez. En esa película, titulada Bella Cosa Mortal, se ven también nuevos estímulos propios del thriller.